Aunque a algunos les parezca inverosímil, el bostezo tiene un significado espiritual. Y es que no sólo la meditación o la oración pueden ayudarnos a conectar con nuestro espíritu.
También hay situaciones cotidianas y mecánicas que tienen un significado espiritual, y el bostezo es una de ellas.
En realidad, el bostezo no tiene, en principio, mayor importancia. Bostezamos cuando tenemos hambre, frío, cansancio, sueño o aburrimiento, y en todos los casos el bostezo, fisiológicamente hablando, es el mismo.
Comienza con una inhalación con la boca abierta, seguida de su exhalación audible, acompañada de un estiramiento de los músculos, más sonidos e incluso lágrimas.
Significado espiritual del bostezo durante la oración – Significado
No hay nada más «contagioso» que un bostezo y se considera, en casi todas partes, como un acto de descortesía, por su connotación de aburrimiento.
El bostezo es un reflejo que tienen todos los humanos y los animales, por eso mucha gente se sorprende cuando se le dice que el bostezo tiene un significado espiritual.
Pues sí, el bostezo también tiene un significado espiritual, o más bien varios. Todo depende del momento más significativo que estés atravesando en estos momentos de tu vida.
Así pues, para conocer el significado espiritual del bostezo, primero debes preguntarte, con toda sinceridad, qué es lo que más ocupa tu mente y tu espíritu en esta etapa de tu vida: tu relación de pareja, tu trabajo o profesión, tu desarrollo espiritual.
Según lo que respondas, podrás conocer el significado espiritual de tu bostezo.
Si cuando estás con tu pareja bostezas más de lo necesario, y sin ninguna razón fisiológica aparente, es porque espiritualmente te sientes aburrido en tu relación.
Ya no te sientes completo y satisfecho, y tu espíritu empieza a enviarte señales, de tipo corporal. Debes analizar con calma si te encuentras en esta situación, para tomar las medidas que sean necesarias, y que sean las más adecuadas para ambas personas.
También puede ocurrir que bosteces constantemente delante de la misma persona: un familiar, un compañero de trabajo, etc. Estos bostezos constantes significan que estás sobrecargado, y lo más probable es que esa persona te esté robando energía.
En este caso, escucha tu intuición e intenta alejarte de esa persona; si no es posible, protégete adecuadamente. Hay muchas formas sencillas de protegerte y limpiarte que te ayudarán a mantener a raya esta sobrecarga.
Científicamente se ha demostrado que los atletas, antes de una carrera, bostezan mucho más. Del mismo modo, los militares, cuando saben que van a realizar una misión peligrosa, bostezan más de lo necesario.
Por tanto, si sientes que estás en una situación peligrosa o bajo mucho estrés, y además empiezas a bostezar más de lo normal y sin motivo aparente, es el momento de hacer caso a tu intuición y analizar cuál puede ser esa situación peligrosa o estresante para estar preparado.
No pienses que bostezar sólo significa situaciones conflictivas, también tiene una connotación positiva y liberadora.
Si estás en un momento de tu vida en el que sientes que estás liberando cargas negativas, situaciones del pasado que no te permitían avanzar, es muy probable que bosteces más de lo habitual.
En estos casos, el significado espiritual del bostezo implica que estás avanzando, tomando las riendas de tu vida y sintiéndote más ligero y tranquilo.
Así que te invitamos a que analices el motivo de tus bostezos, porque en ellos, tal vez, encuentres la respuesta a lo que tanto te preocupa en este momento de tu vida. Está previsto que el estudio se publique en el número de agosto de la revista Physiology & Behavior.
«El bostezo suele ser totalmente incomprendido tanto en el mundo académico como entre el público en general», dice el autor principal, Andrew Gallup, profesor de psicología del Instituto Politécnico de Nueva York.
No sólo las personas bostezan, sino también muchos animales. Los científicos llevan mucho tiempo intentando comprender el mecanismo de este proceso y su importancia desde el punto de vista de la neurología.
Una de las versiones más convincentes es que el bostezo ayuda a la salida de la sangre sobrecalentada de la cabeza, es decir, sirve para la termorregulación. Nuevas investigaciones confirman esta hipótesis.
Según han descubierto los científicos, el bostezo se produce precisamente por el aumento de la temperatura en el interior del cráneo. Y la finalidad de este proceso, tanto espontáneo como «contagioso», es mantener la temperatura óptima del cerebro para su funcionamiento más eficaz.
Investigaciones anteriores de Gallup y sus colegas ya demostraron que el contagio del bostezo varía mucho en las distintas épocas del año y depende directamente de la temperatura ambiente. En el hemisferio norte, por ejemplo, en invierno experimentamos la necesidad de bostezar con mucha menos frecuencia que en verano.
Sin embargo, el bostezo más contagioso comienza a unos 20 grados centígrados. Un aumento adicional de la temperatura no tiene casi ningún efecto sobre la frecuencia y la duración de los bostezos.
Esta vez, para comprobar la hipótesis de la termorregulación, los autores del trabajo aplicaron alternativamente tres compresas al cuello de los participantes en el experimento: frías (4 grados Celsius), calientes (46 grados) y a temperatura ambiente (22 grados).
Tras mantener cada compresa en la carótida durante cinco minutos y asegurarse con la termografía de que la temperatura del cerebro había cambiado realmente, los científicos mostraron a los sujetos un breve vídeo de nueve personas seleccionadas al azar que bostezaban, y observaron si el participante empezaba a bostezar a raíz de ello, y si lo hacía, con qué intensidad.
Al mismo tiempo, para la pureza del experimento, también se tuvo en cuenta cuánto había dormido cada uno el día anterior.
El resultado fue que el frío reduce significativamente el impulso de bostezar. Si, tras la aplicación de calor, surgió un deseo contagioso de bostezar en el 85% de los sujetos, después de la compresa fría, sólo menos de la mitad de los participantes (48%) empezaron a bostezar.
Además, el número total de bostezos al ver un vídeo después de una compresa fría se redujo, por término medio, en tres veces.
Así que, según los autores del estudio, la función termorreguladora del bostezo puede considerarse probada. Sin embargo, este experimento no responde al menos a tres preguntas.
En primer lugar, si el bostezo está destinado a combatir el sobrecalentamiento del cerebro, ¿por qué una compresa caliente casi no aumentó el deseo de bostezar en comparación con una compresa a temperatura ambiente, después de todo, la temperatura dentro del cráneo aumentaba?
En su estudio, los científicos proponen esta respuesta: «El bostezo es sólo un mecanismo de enfriamiento compensatorio, y una compresa caliente eleva la temperatura del cerebro por encima del umbral en el que el bostezo se hace efectivo»
En segundo lugar, ¿por qué, independientemente de la temperatura, bostezamos mucho más a menudo después de una noche sin dormir o de un día demasiado largo y agotador? ¿Significa esto que la fatiga reduce la eficacia de los mecanismos normales de termorregulación, y nuestro cuerpo tiene que recurrir a otros adicionales?
Según los científicos, ésta es una explicación plausible, pero aún debe ser confirmada por experimentos adicionales.
Y la tercera pregunta: ¿por qué es tan contagioso el bostezo, y el deseo de «enfriar el cerebro» que experimentamos tan a menudo al ver a otros bostezar? Desgraciadamente, Gallup y sus colegas no dan una respuesta a esta pregunta, ya que previamente han realizado los experimentos correspondientes.
«Varios estudios han señalado una relación entre el bostezo contagioso y la empatía, pero las conclusiones de estos estudios son bastante ambiguas e inconsistentes», admite el profesor estadounidense.
Significado espiritual del bostezo durante la oración – Simbolismo
Los cristianos llevan mucho tiempo prestando atención a los bostezos que se producen al leer las oraciones. Esto se aplica tanto a los creyentes novatos como a los experimentados.
Para comprender por qué se produce el bostezo, hay que recurrir a la experiencia de personas espirituales y laicas que se enfrentan a tal fenómeno.
En sí mismo, bostezar mientras se reza o se leen las Sagradas Escrituras no es un pecado. A menudo no merece la pena prestarle demasiada atención. Hay que ordenar los pensamientos, respirar profundamente y seguir leyendo los textos de la oración. Dios, al ver la diligencia de las personas, ayudará a hacer frente a las tentaciones.
¡Importante! Algunas personas asocian la fe y la regla de la oración con el deber, convirtiéndose en rehenes. Por eso se producen bostezos.
Una fuerte tensión mental, la concentración de una persona. Para leer oraciones largas, salmos, se necesita mucha concentración.
Durante la lectura, casi todos los recursos del cerebro están implicados en el proceso, por lo que funciona de forma reforzada. Esto es lo que da lugar a la necesidad de una gran cantidad de oxígeno.
Hay explicaciones fisiológicas y psicológicas para este síntoma. El primer paso es determinar por qué se produce el bostezo.
En ese momento, entra mucho oxígeno en el cuerpo, pone en marcha el cerebro y estimula la actividad muscular. Otra razón es el aburrimiento habitual que puede acompañar a cualquier actividad.
No es necesario rezar sin interés y con aburrimiento. El Señor no necesita una simple corrección de textos. A través de las oraciones, una persona se purifica y se salva.
Además, una persona bosteza debido a un estado de relajación. En la iglesia, un cristiano suele calmarse, en este momento los espíritus malignos tientan a la carne, por lo que una persona empieza a bostezar, se distrae de la oración.
¡Consejo! Cuando una persona bosteza, debes prestar atención a la habitación en la que está rezando. Quizá esté demasiado cargada y no tenga suficiente oxígeno.
La hora del día también es importante: si ocurre por la mañana, la persona no ha dormido y necesita descansar. Los bostezos nocturnos también indican un sobreesfuerzo del cuerpo.
Si el bostezo no tiene nada que ver con los procesos fisiológicos, entonces se encuentra otra explicación: los demonios abruman a la persona, intentan desviarla, confundirla, distraerla. Además de los bostezos, pueden aparecer estornudos, sarna y dolor.
Sin embargo, si los bostezos y los despistes durante la oración se asocian a la influencia destructiva del demonio, tienes que trabajar un poco.
Para librarte de los ataques demoníacos, vale la pena leer el Salmo 90 «Vive en la ayuda del Altísimo», el «Padre Nuestro», la Oración de Jesús.
Antes de empezar a rezar, debes abrir una ventana o un ventanal y ventilarlo. Ajústate internamente para concentrarte. En cuanto se produzcan bostezos, debes respirar profundamente varias veces.
No debes buscar explicaciones místicas al motivo de tus bostezos. Es posible que el aire de la sala esté cargado.
Durante la Divina Liturgia, las ventanas de la iglesia no se abren, pues el viento puede apagar las velas.
Conclusión
Los motivos de los bostezos y/o la somnolencia durante la oración pueden variar desde los fisiológicos hasta los espirituales. En tu caso, sólo se puede decir algo a través de la comunicación directa contigo. Te recomiendo que vengas a la iglesia para entrevistarte con un sacerdote de 11 a 17 horas todos los días en la recepción de la Iglesia de la Natividad de Cristo, para que el sacerdote pueda resolver individualmente tus preguntas perplejas.
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